Magnífico inicio de la Vigo Cup. Primera jornada, noventa y nueve partidos y un solo expulsado (en sub 12) por protestar. La Vigo Cup es un torneo diferente. Se busca el triunfo pero también la plena convivencia, de ahí su éxito.

Esa misma filosofía la ofrece también el forastero Liceo Sport madrileño. En su tercer año consecutivo participando (y visitando la ciudad y sus playas), el conjunto capitalino, que ha traído tres equipos, debutó ayer con derrota clara ante el Gran Peña en categoría sub 10.

Los liceístas juegan con gente muy jovencita -es decir, con desventaja de edad y, por tanto, física- y aun así sus futbolistas pelean de principio a fin sin perder la ilusión. Al descanso perdían 4-1 y en la grada sus compañeros y seguidores jaleaban el "sí se puede" de ánimo de forma incansable. Y tuvieron premio aunque fuese parcial. Perdieron el partido pero ganaron la tanda de penaltis (eliminatoria del Torneo Warrior) ante los grampeñistas y la festejaron como una final.

Cada año conocen un poco más de Vigo y de su entorno. Y les gusta. Deporte y promoción turística, de la mano.