Comenzó la decimocuarta edición de la Vigo Cup con pleno de afición, emoción, gran deportividad, favoritos que cumplen los pronósticos y... lesionados. Con noventa y nueve partidos en juego desde las nueve de la mañana a las once de la noche (uno se aplazó), los mejores campos de fútbol de la ciudad ofrecieron una animación extraordinaria.

La misma que se tornó en aplausos para despedir a Mateo Gardón, el portero del Victoria B sub 10 que a punto de concluir la primera parte recibía un gol en contra (con bote traicionero en su estirada) y se lesionaba el brazo derecho, teniendo que ser retirado. El público, que llenaba el Pahíño, le tributó una cariñosa ovación.

No sería el único jugador KO del equipo vigués, que tuvo dos bajas más en un partido que empezó ganando 1-0 y que al descanso ya cedía 1-2 para caer finalmente 1-6 ante el siempre poderoso Grupo Casa Paco 81 de Redondela. Y ojo a los redondelanos, que repiten entre los favoritos de esta categoría. Y ojo a Eduardo González, un fino y veloz zurdo de los visitantes que desequilibró el partido ante el B del Victoria.